El padel nicoleño está viviendo unos de sus momentos más activos después de aquel conocido boom. Desde la Asociación Nicoleña de Padel organizan torneos y establecen nexos entre los jugadores y los complejos. “Es fácil jugar, se divierten y es muy familiar”, destacó Ivana Kolberg integrante de la A.N.P. y amante de este deporte.
El padel supo tener su momento de gloria, en donde se construían canchas por todos lados, en casas quintas, complejos. Todos jugamos al padel alguna vez. Pero con el paso del tiempo el entusiasmo se fue perdiendo, muchas canchas quedaron en el olvido, se destinaron para otros usos o hasta se tiraron abajo.
Ahora este deporte está viviendo un resurgimiento. La página de El Informante es testigo de ello, ya que en ella se ven reflejadas regularmente las actividades, torneos y encuentros que reúnen a aquellos que sienten un gran amor por este deporte.
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