Costumbres nicoleñas

Nuestra particular forma de ser ha sido motivo del aporte de un lector de EL INFORMANTE. Con risueño relato surgido en una tarde de sanmartines en el Bar del Teatro pinta una semblanza actual del nicoleño. Sin sacarse el sayo nos pinta de pies a cabeza.

Acaba de comenzar a regir en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el llamado "Registro de Conducir por Puntos". Este sistema otorga a cada conductor un determinado puntaje, y en la medida que éste cometa alguna infracción a la reglamentación vigente, se le irán descontando puntos de su registro. Cuando el mencionado conductor quede sin puntos, se lo sanciona con la quita del registro y la imposibilidad de manejar por un tiempo determinado dada sus reincidentes faltas.

No es que quiera copiarles a los porteños, pero, ¿Por qué no implementar en San Nicolás un sistema de "Ciudadanía Nicoleña" por puntos? ¡Sería bárbaro! Porque para ser Nicoleño, no basta con haber nacido, trabajar o vivir dentro de los límites jurisdiccionales arroyeños. Hay que vivir, pensar, respirar como alguien de esta ciudad. Tenemos nuestra particular idiosincrasia y deberíamos ser celosos guardianes de este acervo cultural. Me refiero a todas esas costumbres, buenas y malas, que nos hacen una sociedad solidaria y amena, mezcla de pueblo y gran ciudad; pero también una ciudad que muchas veces asume actitudes que rayan la incoherencia. Y en el fondo aceptamos ser así. Por tal motivo propongo que a cada habitante de la ciudad se le otorgue un puntaje determinado y luego se le descuenten puntos en la medida que tenga actitudes alejadas de nuestra forma de ser. Una ves que el susodicho se quede sin puntos, se hace merecedor al destierro. Lisa y llanamente que se mande a mudar a otro lado por "Poco Nicoleño".
Ejemplos: Restar 5 pts al que no de la vuelta del perro por Mitre y Nación los domingos a la tarde, 5 pts al que ose visitar la casa del Acuerdo, 10 pts al que no esté dispuesto a hacer cola en los bares de la peatonal aunque se acalambre de estar parado, restar 10 puntos al que respete el semáforo de Alberdi y Álvarez, 5 pts a todo aquel que no critique el balneario, 10 pts al que no estacione en doble fila, descontar 20 pts al que no diga después de un año de las elecciones: "Yo no lo voté", etc, etc.

Sí. Tal vez usted crea que mucho de esto que he enumerado no tiene nada de gracioso, pero con una mano en el corazón, ¿No somos un poquito así?

Nicolás Leño
nico_lenio@hotmail.com

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