La nueva Clasificación Internacional de Enfermedades recoge el llamado "gaming disorder", considerado como la ludopatía. Se tratará a partir de 2022.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha publicado este fin de semana su nueva Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE-11), en la que ha recogido por primera vez la adicción a los videojuegos. El llamado "gaming disorder" se encuentra dentro de la sección sobre "trastornos mentales, del comportamiento o del desarrollo neurológico" y va justo después del "gambling disorder", es decir, la ludopatía, con la que comparte definición y vocabulario, solo que sustituyendo la palabra "gambling" (apostar) por "gaming".
De acuerdo a su descripción, la adicción a los videojuegos lleva a un "incremento del deseo de jugar y del grado de prioridad que se le da a jugar en relación a otros intereses y actividades diarias". Los videojuegos ocupan un papel cada vez mayor en la vida de las personas adictas a ellos, que no paran ni descansan a pesar de las aparición de consecuencias negativas en el día a día de esas personas. Para que su diagnóstico sea válido han de manifestarse de manera constante algunos de los síntomas de esta conducta durante 12 meses, un período de tiempo que puede reducirse si dichos síntomas son severos.
Aunque la adicción a los videojuegos ya había sido reconocida anteriormente por la OMS, su inclusión en esta clasificación hará que sea oficial y entre en vigor a partir del próximo 1 de enero de 2022. Esto supone que aquellos países adscritos a la OMS (más de 196) deberán ir preparando distintos tratamientos y medidas de apoyo para el gaming disorder de aquí a entonces.