Interes General
09/02/2009 - 17:24:54



Salvaron crisis social en San Nicolás


El aparente fin del conflicto entre Techint Siderar y UOCRA UOM trajo calma a la incertidumbre de los nicoleños. De la encuesta de EL INFORMANTE se desprende que el 84 por ciento consideraba que el impacto de la suspensión del plan de expansión iba a afectarnos mucho.
Con la firma del acuerdo definitivo, donde las partes han cedido en sus posiciones, se pudo hacer una gambeta a una de las situaciones más delicadas que hemos atravesado en los últimos tiempos. Comparable sólo con la dependencia a un monoproducto, como lo es la soja para las ciudades de perfil agropecuario, San Nicolás tiene su desarrollo económico centrado mayoritariamente en Siderar y sus empresas satélites. Como aquellas, a las cuales el cuello de botella le llegaron con las retensiones, a San Nicolás le tocó con una crisis global en el consumo del acero.
Para quienes respondieron a la encuesta sobre ¿Cómo impactaría la crisis de Siderar en la ciudad? El 84 por ciento consideró que “Mucho”. El 11 por ciento “Poco”. Y más optimistas un 4 por ciento consideró que “Nada” y 1 por ciento “No sabe”.

Las expectativas sobre el desenlace que no fue, se debería comparar con aquella consulta realizada hace 15 días, donde el 42 por ciento saldría a la calle, el 49 por ciento no se movilizaría y sólo una mínima parte quedaría ajeno a un conflicto en que se pusiera en juego 2400 puestos de trabajo. En San Nicolás las apariencias son muy importantes. “Que haya, pero que no se note”.


Pero esa no es toda la crisis

Si bien lo más grueso de la lonja marcó el chirlo en el cordón industrial de la micro región, no debemos olvidar que también está el campo de un lado, y el resto de las transacciones económicas por el otro. Al complejo tema de los productores agropecuarios, y sus múltiples soluciones ya se han dedicado lo que saben. Y en cuanto la crisis financiera, los especialistas han vislumbrado un nuevo orden, real y no ficticio, de los actores del mercado mundial. En ese orden, en el que no estamos afuera, y tal vez nuestro rol secundario no nos haya afectado tan tremendamente como a otros, las estrecheces son inevitables. Los distintos estamentos de la vida comercial local sintieron un impacto, más o menos intenso, pero lo sintieron. Aunque parezca que “acá no pasa nada”, por debajo de la superficie ya hay movimientos inquietantes.

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