En el consultorio los pacientes me preguntan por qué le presto tanta atención a la alimentación si me dedico principalmente al tratamiento del dolor músculo-esquelético. La respuesta es: porque están muy relacionados. Gran parte de los pacientes con dolor están excedidos en peso y eso les influye negativamente en su salud y en su dolor. Mejorando su alimentación tendremos siempre mejores resultados usando menos medicación y menos tratamientos invasivos.
Primero los datos:
· En población menor de 5 años (0 a 59 meses), el exceso de peso estuvo presente en el 13,6%, con un 10% de sobrepeso y un 3,6% de obesidad.
· En población de 5 a 17 años, el exceso de peso estuvo presente en el 41,1% con un 20,7% de sobrepeso y 20,4% de obesidad.
· En la población adulta, la prevalencia de exceso de peso fue de 67,9%, que se repartió en un 34% de sobrepeso y un 33,9% de obesidad.
Lejos de ser un problema estético, la obesidad genera un deterioro progresivo en la salud y trae consigo serios problemas: diabetes mellitus tipo 2, hipertensión arterial, enfermedad cardiovascular, hígado graso, síndrome de apnea-hipopnea del sueño (SAHS), mayor riesgo de cáncer y enfermedades autoinmunes futuras, trastornos cognitivos y del humor, dolors músculo-esqueléticos, síndrome de ovario poliquístico, etc. También, se ha visto que los obesos tiene mayor probabilidad de hacer formas graves de COVID-19.
La Organización Panamericana de la Salud (OPS) y la Organización Mundial de la Salud (OMS) señalan al cada vez más alto consumo de productos ultraprocesados (“comestibles chatarra”) como la causa principal (2) (3) (4). Estos productos tienen como características la alta industrialización, el neuromarketing que asocia a estos productos a la felicidad, status social, etc. (las publicidades están en todos los medios de comunicación), la mala calidad nutricional y la presencia de aditivos (conservantes, aromatizantes, realzantes del sabor, etc.) que los vuelven casi adictivos. Este último punto es crucial ya que estos productos alteran el sistema hambre – saciedad, favoreciendo la sobreingesta de los mismos.
El exceso de grasa corporal produce, si se supera determinado límite, un estado que se denomina inflamación sistémica aséptica o de bajo grado que explica, entre otras cosas, por qué estos pacientes tienen mayor probabilidad de hacer un infarto cardíaco o desarrollar una forma agresiva de COVID-19. En el vídeo te mostramos qué es y cómo se produce este tipo particular de inflamación.
Dr. Emilio Pastor (Mat. 63.872)
Tratamiento del dolor & Medicina Regenerativa
www.ideasmedicas.com
Bibliografía (de acceso gratuito y fácil búsqueda en Internet)
1. Segunda Encuesta Nacional de Nutrición y Salud. Ministerio de salud y desarrollo social. 2019.
2. Modelo de Perfil de Nutrientes de la OPS. 2014.
3. Alimentación y bebidas ultraprocesadas en América Latina: tendencias, efectos sobre la obesidad e implicaciones para las políticas públicas. OPS/OMS. 2015.
4. Alimentación y bebidas ultraprocesadas en América Latina: ventas, fuentes, perfiles de nutrientes e implicancias normativas. OPS. 2019.