El 1 de agosto se celebra en al menos 14 países el Día Internacional de la Alegría. Fue instaurado por iniciativa del colombiano Alfonso Becerra, para diferenciarlas de las fechas históricas, religiosas, políticas, de profesión o fiestas populares con el objetivo de reflexionar sobre la importancia de tener presente ese sentimiento en nuestra vida diaria y apreciarlo.
¿Qué es la alegría?
Expertos psicólogos definen a la alegría como una emoción pasajera que se manifiesta por medio de la risa o la sonrisa, aunque también es cierto que la alegría provoca manifestaciones de todo tipo, desde saltos, aplausos, bailes… Cada persona la manifiesta de forma diferente.
Realmente, la alegría es una emoción subjetiva, y dependerá mucho de la persona a la que preguntes. Habrá personas a las que les provocará alegría estar tumbados en una hamaca en una playa del Caribe. Y para otros, la alegría es hacer una buena caminata en la montaña.
Lo que sí es cierto es que una persona alegre rinde más, tiende a estar más sano, a superar las dificultades, y a provocar alegría a las personas que tiene alrededor, a hacer el bien. La alegría se multiplica exponencialmente, así que te animamos a compartir tu alegría para que más personas se contagien de este sentimiento, uno de los más hermosos que puede tener el ser humano.
¿Qué hace feliz a las personas?
Aunque cada persona se siente feliz con cosas muy diferentes, sí que hay determinadas cosas que suelen provocar alegría a cualquier persona del mundo. Seguro que tú podrías ampliar la lista:
Una caricia, sonrisa o abrazo de un ser querido.
Una música o una buena película.
La risa de un niño.
Un éxito en los estudios o en el trabajo.
Compartir tiempo con amigos o seres queridos.
Superar una enfermedad o un reto.
Una buena comida o un postre riquísimo.
Un helado.
Jugar, correr, saltar.
Estar en contacto con la naturaleza.
Ir al cine o al teatro.