La fecha tiene como objetivo concientizar a la población para evitar conductas que puedan generar focos ígneos, muchos de ellos causados de manera accidental o deliberada, los cuales tienen consecuencias devastadoras para el medio ambiente.
Los 18 de agosto se celebra en todo el mundo el Día Mundial de la Prevención de Incendios Forestales. Su objetivo es concientizar sobre las consecuencias devastadoras que producen estos incendios, lo cual hace fundamental que la población comprenda el uso racional y correcto del fuego, a fin de evitar situaciones de riesgo.
Un incendio forestal es un fuego que se propaga libremente con efecto no deseado para la vegetación y sin estar sujeto a control humano. Algunas de sus características son la velocidad de propagación fuera de su fuente original, su potencial para cambiar de dirección en forma inesperada y su capacidad de saltar obstáculos como rutas y ríos.
Los incendios forestales presentan un gran riesgo para la vida y la propiedad durante todas las épocas del año, pero suelen presentarse con más frecuencia en los meses más calientes del verano y la primavera, con efectos ecológicos importantes.
Si bien los incendios forestales están en el orden de la naturaleza, actualmente, la gran mayoría son originados por causas antrópicas, es decir, provocados por las personas, ya sea de manera accidental o voluntaria. El Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible informó que el 95% de los incendios son causados por acciones humanas.
Asimismo, las estadísticas reflejan que es cada vez mayor el número de incendios forestales así como las superficies afectadas, y esto se vincula directamente con el cambio climático y sus consecuencias. La suba de la temperatura y el aumento de las sequías generan las condiciones propicias para que estos se desaten con más frecuencia.
Fuente: Telam