El 16 de noviembre se celebra el Día del Criminólogo en Honor al Doctor Alfonso Quiroz Cuarón quien falleció ese día y ese mes mientras impartía cátedra en la Universidad Nacional Autónoma de México.
Alfonso Quiroz Cuarón emigró a la Ciudad de México, en el año de 1929; su tío, José Cuarón, le consiguió un empleo de ayudante en el juzgado cuarto correccional en la Cárcel de Belén.
Al mismo tiempo, que estudiaba medicina en la Escuela Médico Militar, vivía en casas de huéspedes y “devoraba” las obras de Sigmund Freud.
Como practicante en el Servicio Médico Forense, estudió medicina legal y practicó suficientes necropsias y estudios de psiquiatría como para especializarse en ello
Más tarde y bajo la tutela del doctor José Gómez Robleda, participó en las primeras investigaciones clínico criminológicas que se efectuaban en México para clasificar la tipología de los reclusos del “Palacio negro” de Lecumberri
En 1939, la carrera de Criminología aparecía en los programas de estudio de la UNAM, pero hasta 1938 nadie la había cursado.
De hecho, no era una licenciatura, sino que era más bien un posgrado, el título otorgado era el de DOCTOR EN CRIMINOLOGÍA y la forma de obtenerlo era rigurosa: era necesario haber cursado un bachillerato en ciencias biológicas, tres años de la carrera de Medicina y cursar las siguientes materias: Psiquiatría Forense, Medicina Legal, Estadística, Sociología, y Derecho Penal (De León, 2014).
En ese año de 1939, y ante la disyuntiva de titularse como médico, o como criminólogo, sus años en el juzgado y en psiquiatría forense resultaron decisivos. La vocación que nació en él tras el asesinato de su padre había dado frutos: México tenía su primer criminólogo.
Fabiana Cantilo se presenta en el Teatro San Nicolás