Cada 4 de enero, desde el 2019, se celebra el Día Mundial del Braille, con el "fin de crear mayor conciencia sobre la importancia del braille como medio de comunicación para la plena realización de los derechos humanos para las personas no videntes y con deficiencia visual", según indica la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Esta fecha fue elegida porque corresponde con el nacimiento de Louis Braille, en 1809, en Francia. Cuando tenía 15 años y era alumno del Real Instituto para Jóvenes Ciegos de París, inventó un alfabeto táctil de seis puntos en relieve, distribuidos en tres filas y dos columnas, que representa letras, números y símbolos de la mayoría de los idiomas del mundo. Mediante estos puntos se obtienen 64 combinaciones diferentes.
El braille se trata de una valiosa herramienta inclusiva, que permite acceder a la información y a la cultura a millones de personas en el mundo que tienen algún tipo de discapacidad visual. Es una representación táctil de símbolos alfabéticos y numéricos que utiliza seis puntos para representar cada letra y cada número, e incluso símbolos musicales, matemáticos y científicos.
Este sistema de escritura lo usan las personas no videntes o con deficiencia visual para leer los mismos libros y publicaciones periódicas que los impresos para la lectura visual y garantizar la comunicación de información importante para ellas y otras personas. Este sistema representa competencia, independencia e igualdad.