Según un informe del Instituto de Estudios sobre la Realidad Argentina y Latinoamericana (IERAL), el incremento en los precios de los alimentos en nuestro país el año pasado promedió el 5,7% mensual, cifra que lo ubica como el más elevado de la región, mientras que el promedio de diez países de América latina dio, en cambio, 1%.
En el arranque de 2023, el mismo dato marcó 6,8% para el país, mientras que para la región fue de 0,9%, con lo cual la brecha se amplió a 7,7 veces. Incluso, en la comparación directa con algunos países es más la diferencia: 13 veces la de Brasil; 10,1, la de Perú y 9,3 veces, con relación a Bolivia.
Del análisis de los datos se desprende que el año pasado la brecha con la región promedió 5,8 veces; en 2021 había sido de 5,5, mientras que en 2020 fue de 8,5.
En comparación con 2022, en enero la diferencia de inflación creció con respecto a siete países, bajó en relación a dos y se mantuvo estable con uno (Colombia). En los que disminuyó, Uruguay y Paraguay, el informe señaló que obedece a una aceleración relativa de la tasa de inflación de esas naciones.
Los autores del trabajo remarcan que los números son "preocupantes", porque mientras se registra una "leve disminución" en la inflación en alimentos en Latinoamérica -a excepción de Colombia y Uruguay- no se verifica esa tendencia en la Argentina.
Asimismo, los autores del informe indican que el tipo de cambio es una de las variables que influye sobre precios internos de productos de exportación e importación. En la región hay muchos países que son exportadores netos de materias primas agrícolas y/o alimentos, como Brasil, Paraguay, y Uruguay y, cuando sus monedas se aprecian, los precios internos tienen tendencia a la baja.
"La apreciación disminuye el atractivo de las operaciones de exportación, lo que genera a su vez una reasignación de flujos de productos hacia el mercado interno. Los países que son importadores netos también se ven impactados por los movimientos cambiarios; cuando sus monedas se aprecian, los importadores pueden comercializar a precios más bajos en moneda local", afirmaron.
Por otra parte, subrayan que la estabilidad cambiaria también "contribuye a la deflación" en un contexto de precios internacionales en baja, como viene sucediendo con materias primas y otros alimentos.
En enero de este año, las monedas locales se apreciaron en siete de 11 países de Latinoamérica. Sin embargo, la Argentina es uno de los que no registró esa dinámica. En el mercado doméstico, el dólar (moneda de referencia) pasó de encarecerse al 4,5% mensual durante 2022 al 5,4% en enero pasado. En cambio, la variación nominal de las monedas de los países de Latinoamérica fue de -0,7% (valor mediano) en el primer mes del año, frente al 0,4% mensual promedio de 2021 y un -0,2% en 2022.
En la misma línea va un informe de la consultora Focus Market, donde queda en evidencia que al comparar de manera interanual 10 productos que se podían adquirir con un billete de $1000 en 2022, actualmente ya no se pueden comprar.
Los productos analizados son diversos en uso y consumo, por lo que se puede observar una tendencia uniforme en los distintos rubros.
Los 10 artículos analizados son: aceite de girasol, rebozados de pollo, cerveza, papas fritas, pañales, suavizante para ropa, jabón líquido, fluido desinfectante, fernet y café.
Fuente: La Tecla