Por Nicolás Pastocchi
El primer aniversario de la consagración del fútbol argentino en Qatar nos hizo, a todos, viajar un poco en el tiempo. Las cábalas, la organización para ver los partidos, el sufrimiento, las emociones y fundamentalmente, el desahogo final post partido con Francia.
En cada rincón del país se dejaron de lado las diferencias. Los de Boca de abrazaron con los de River, en Rosario los de Central colmaron el Monumento a la Bandera con los de Newells, en Córdoba los de Talleres tomaron fernet con los de Belgrano y en Tucumán los de San Martín brindaron con los de Atlético. En nuestra ciudad, los abrazos se compartían entre los de Belgrano, Regatas, Somisa y de todos los clubes.
Así, desde La Quiaca hasta Ushuaia. Fue sólo un país, sin grietas. Las imágenes que nos regaló aquel 18 de diciembre donde Argentina se unió de costa a costa para compartir la felicidad quedaron inmortalizadas. Y qué lejano queda eso, apenas un año más tarde.
“Sólo un mundial puede lograr, que una diezmada sociedad se ensamble en ilusiones”, reza en sus líneas la canción de Salta la Banca. Aunque me animaría a agregar el concepto de DEPORTE. Nada, salvo la solidaridad en momentos extremadamente duros, une al pueblo argentino como el deporte.
Y después de un año electoral, las grietas quedaron más abiertas entre todos. Ya nos vemos menos con alguien cercano porque votó a aquel o aquella y dejamos de ir a una reunión con amigos porque hay algunos que eligieron al otro o a la otra.
La Scaloneta en Qatar, (hecho que por otro lado exterminó, al fin, la estúpida e innecesaria grieta Maradona/Messi), o hace poco con Los Pumas, o la Selección femenina de fútbol, antes con la Generación Dorada, Las Leonas y hasta viajando en el tiempo con Reutemann y Monzón. Son claras muestras de que el deporte nos enlaza, nos sube a todos en el mismo barco.
“Los que tenemos voz en el deporte debemos demostrar que el deporte es la mejor herramienta de educación e inclusión que podemos tener”, declaró hace un tiempo Sergio Hernández, ex DT de la Selección de básquet. No sería un mal comienzo.
Autotransporte de Pasajeros San Sebastián apoya la difusión del deporte de la ciudad.
Imagen gentileza de Leo Cuevas