Cada 26 de agosto se celebra en la Argentina el Día Nacional de la Solidaridad en recuerdo del nacimiento de Agnes Gonxha Bojaxhiu, conocida en el mundo como la Madre Teresa de Calcuta, un ejemplo de entrega, símbolo de amor al prójimo y emblema de lucha por los más necesitados.
Para conmemorar su vida, en nuestro país se estableció en 1998, mediante el decreto 982, que esta fecha sea instaurada como Día Nacional de la Solidaridad, un valor esencial para el bienestar colectivo, más en regiones donde la desigualdad social todavía es profunda.
Es así, como este día se convirtió en un llamado a la acción, a no ser indiferentes ante el sufrimiento ajeno y a fomentar una cultura de la empatía y el apoyo mutuo. Ofreciendo de este modo la posibilidad de construir un tejido social más justo y equitativo.
En este sentido, las organizaciones sociales juegan un rol fundamental. Estas instituciones trabajan incansablemente para abordar diversas problemáticas que afectan a la comunidad, desde la pobreza y la educación hasta la salud y la inclusión social.
El Día Nacional de la Solidaridad es un gran recordatorio de la importancia de la ayuda mutua y el compromiso social. Nos invita a ser parte activa de la construcción de una sociedad más justa, y a reconocer y apoyar el invaluable trabajo de miles de organizaciones como Casa Ronald, que trabajan cada día para hacer una diferencia en la vida de muchos niños y familias argentinas.