A diferencia de la Ciudad de Buenos Aires, en el interior la nafta súper cuesta entre 40 y 70 centavos de peso más por litro. Esto es entre el 15 y 20 por ciento más. Las diferencias se deben, entre otras cuestiones, a que no llegarían los controles de la Secretaría de Comercio Interior.
Un informe periodístico anuncia que en las petroleras y en el mercado en general la explicación es simple. “El interior no está controlado por Moreno”, y lo confirma Rosario Sica, presidente de la Federación de Empresarios de Combustible, cuando dice que la diferencia en los precios “hay que buscarla en lo que mide el cuestionado Indec”.
En Esso, sin embargo, agregan otra explicación: en el interior la mayoría de las estaciones tienen precios sugeridos, que no necesariamente son aplicados. Esto es así porque más allá que las estaciones lleven la bandera de una empresa determinada, no siempre esa bandera indica que el dueño es la petrolera en cuestión.
Lo cierto es que si en Buenos Aires el litro de nafta súper se paga entre 2,95 y 3,10 pesos, en el interior los precios por el mismo litro de combustible llegan hasta los 3,69. A modo de ejemplo, para llenar un tanque de nafta de 50 litros hay que desembolsar 147,5 pesos en la Capital, mientras que hacerlo en San Nicolás demandaría hasta unos 184,95 pesos. En Corrientes por la misma cantidad de combustible se paga desde 170,45 hasta 182,45 pesos; y en Neuquén la variación va desde los 170,45 a 175,45 pesos según la marca que el usuario elija.
En todos los casos la nafta más económica es la de YPF, justo la compañía a la cual la competencia por lo general acusa de ser la formadora de precios. “Interactuamos con un mercado que se autoregula con la competencia, y aún así siempre tenemos los precios más bajos‘, aseguraron en la empresa que pertenece al grupo español Repsol y a la familia argentina Eskenazi.
El informe que brinda El Cronista releva varios testimonios. En la competencia deslizan que, según la compañía, el precio de la materia prima incide de manera significativa en el precio final. Una cosa es si la empresa vende combustible luego de refinarlo y otra si produce el combustible que luego refina y más tarde vende.