Las brujas del Abrojal se estrechan en un abrazo sin temores de contagio. Se susurran al oído los nombres de los que quieren el aumento, y de los que lo recibieron. Reniegan de los que le ponen barbijo a algunos y a otros no. Desafían al azar con ambiciones mecanizadas.
Betty y Mimita no tienen perdón de Dios!!!
En Tapialeras todo lo que se comenta en la calle, y sólo en EL INFORMANTE puede leer.