En las últimas semanas el viento no favoreció que el humo de las islas llegara hasta nuestra ciudad. Sin embargo las quemas se suceden, lo mismo que en la zona de campos, donde la atmósfera baja dejó cenizas y olor en las calles nicoleñas. A un año de los incendios que se cobraron varias vidas, no hay responsables de los siniestros.
En jurisdicción entrerriana desde hace un mes se suceden las quemas, en sitios donde ya antes los hubo. Se trata del manejo de pasturas que realizan los encargados del ganado en esos lugares. A diferencia del año pasado, en esta oportunidad los sinistros son controlados por el Plan Nacional del Fuego, y no por las autoridades locales. Esto pudo haber minimizado un poco el tema, al igual que las espirales de humo que buscaron otros rumbos.
Hace un año el humo y la niebla se cobraron varias víctimas en las rutas. En campos siniestrados bomberos perdieron su vida. Esto sin contar los heridos, daños materiales y recursos económicos que demandó una campaña atendida desde lo político más que desde lo humanitario.
Cuando el humo llegue a Buenos Aires volverán a atenderlo. Y tal vez se encuentren a los resposables.
Foto: Quema de pastizales frente a San Nicolás