Dos libros publicados y mucha lectura de la generación del 27, poemas nicoleños y toda la vida por delante. Sus ojos están puestos en la tipografía del asfalto, en los ángeles caídos y las batallas diarias. Su mano escribe historia de derrotados pero nunca de vencidos. Lucas Andrín es el ganador del Concurso “Emma Mosto” y es heredero de una tradición que nace en la isla y se celebra en la mesa: la poesía.
Ver nota completa en columnistas.