Obispo Monseñor Hugo Santiago





He venido para que tenga vida: “El gesto y la interpretación”


Evangelio de Nuestro Señor Jesucristo según san Marcos (Mc 6, 1-15)

“Jesús atravesó el mar de Galilea, llamado Tiberíades. Lo seguía una gran multitud, al ver los signos que hacía sanando a los enfermos. Jesús subió a la montaña y se sentó allí con sus discípulos. Se acercaba la Pascua, la fiesta de los judíos. Al levantar los ojos, Jesús vio que una gran multitud acudía a Él y dijo a Felipe: ‘¿Dónde compraremos pan para darles de comer? El decía esto para ponerlo a prueba, porque sabía bien lo que iba a hacer. Felipe le respondió: ‘Doscientos denarios no bastaría para que cada uno pudiera comer un pedazo de pan’. Uno de sus discípulos, Andrés, el hermano de Simón Pedro, le dijo: ‘Aquí hay un niño que tiene cinco panes de cebada y dos pescados, pero ¿qué es esto para tanta gente?’ Jesús le respondió: ‘Háganlos sentar’. Había mucho pasto en ese lugar. Todos se sentaron y eran unos cinco mil hombres. Jesús tomó los panes, dio gracias y los distribuyó a los que estaban sentados. Lo mismo hizo con los pescados, dándoles todo lo que quisieron. Cuando todos quedaron satisfechos, Jesús dijo a sus discípulos: ‘Recojan los pedazos que sobran, para que no se pierda nada’. Los recogieron y llenaron doce canastas con los pedazos que sobraron de los cinco panes de cebada. Al ver el signo que Jesús acababa de hacer, la gente decía: ‘éste es, verdaderamente, el Profeta que debe venir al mundo’. Jesús, sabiendo que querían apoderarse de Él para hacerlo rey, se retiró otra vez solo a la montaña.
Palabra del Señor.

El gesto

Los hombres nos comunicamos por gestos y palabras, los gestos dan sentido a las palabras y las palabras explican los gestos. De la misma manera se comunica Dios a través de Jesús. De hecho, Jesús es signo de un gran amor, el amor de Dios que viene a nosotros y Él lo expresa con gestos y palabras.

El Evangelio dice que la gente seguía a Jesús por un gesto que para cualquier hombre es muy valioso: sanaba a los enfermos. A su vez, en el episodio de hoy, Jesús hace otro gesto: multiplica los panes y los peces para saciar el hambre de la multitud que lo había seguido casi sin darse cuenta que se iba haciendo tarde y debían regresar a sus casas.

Jesús, hace estos gestos con la gente para que descubran que Él, más que un hombre es Dios, como cuando curó al paralítico que unos hombres descolgaron a través del techo de la vivienda en que se encontraba y antes de sanarle la parálisis le dice: “tus pecados te son perdonados”. Los jefes religiosos murmuraban diciendo: “solo Dios puede perdonar los pecados”. Entonces Jesús les responde: “¿qué es más fácil, decir, ‘tus pecados te son perdonados o decir a este paralítico, ‘levántate y anda’? Para que sepan que tengo el poder de perdonar los pecados yo te digo: ‘levántate y anda’”. El paralítico se levantó y comenzó a caminar.

La interpretación

En este episodio del milagro de la multiplicación de los panes y los peces, Jesús no explica el gesto, entonces la gente quiere hacerlo Rey. Con palabras nuestras diríamos que interpretan a Jesús como si fuera un político que está haciendo campaña y regala subsidios, entonces lo quieren votar para el cargo que pretende. Jesús siente que no lo han entendido y entonces se va, ya que el sentido del gesto era otro; haciendo milagros quiere ayudar a la fe de sus seguidores para que descubran en Él, al Hijo de Dios hecho hombre, porque, convengamos, no cualquiera hace milagros.

Por eso, con motivo del Evangelio de hoy podemos constatar un gesto: “No me di la vida a mi mismo ni la pedí, alguien que me la regaló. El regalo es un gesto de amor, ya que cuando le regalamos algo a alguien es porque lo queremos. Cuanto más valioso es el regalo que le hacemos tanto más amamos a la persona a la cual le regalamos. Cuando recibimos un regalo nos alegramos, festejamos, agradecemos y pensamos en su sentido. Luego de esta constatación podemos preguntarnos: ¿Interpreto bien el sentido de ese gesto de Dios para conmigo? ¿Vivo la vida como si fuera dueño o soy consciente de que es un regalo, un gesto de amor? ¿puedo gestionar mi vida como quiero o tiene un mensaje genético de Dios Padre para mí? ¿qué me quiere decir con este regalo? ¿Qué quiere que haga con los años de vida que voy a vivir y las capacidades y oportunidades que me regaló con la vida? ¿Soñó un proyecto conmigo? ¿Debo participar en un proyecto que Dios tiene para la sociedad y el mundo entero? El estilo de vida de Jesús y sus palabras nos dan pistas para descubrir el sentido, el “para qué” de los años que vamos a vivir. Que Dios te bendiga. Buen domingo.

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