La Segunda Encuesta Nacional de Nutrición y Salud (ENNyS 2) de Argentina publicada en septiembre de 2019, arrojó los siguientes resultados:
• En población menor de 5 años (0 a 59 meses), el exceso de peso estuvo presente en el 13,6%, con un 10% de sobrepeso y un 3,6% de obesidad.
• En población de 5 a 17 años, el exceso de peso estuvo presente en el 41,1% con un 207% de sobrepeso y 20,4% de obesidad.
• En la población adulta, la prevalencia de exceso de peso fue de 67,9%, que se repartió en un 34% de sobrepeso y un 33,9% de obesidad.
Evidentemente, los datos son realmente alarmantes y son similares en muchos países. Lejos de ser meramente una cuestión estética, la obesidad señala la existencia de un problema subyacente, pudiendo estar acompañada de inflamación sistémica de bajo grado, diabetes mellitus tipo 2, hipertensión arterial, enfermedades cardiovasculares, hígado graso, enfermedades autoinmunes, síndrome de apnea hipopnea del sueño (pacientes roncadores), trastornos cognitivos y del humor, aumento del riesgo de cáncer, síndrome de ovario poliquístico, etc.
Teniendo en cuenta lo anterior, podríamos hacernos las siguientes preguntas:
¿Qué está ocurriendo que hay tanta obesidad?
¿Por qué el ser humano y las especies que alimenta el hombre son las únicas que tienen problemas para mantener su peso saludable?
¿Tendremos alguna falla genética o en realidad no estamos respetando nuestra biología ancestral?
¿Por qué la mayoría de las dietas fallan?
¿Es por falta de adherencia o porque las recomendaciones muchas veces no están acordes a nuestra biología?
Te invito a escuchar esta clase: